Del 22 al 28 de agosto de 2016
Chamonix (Francia)
Página oficial: http://utmbmontblanc.com/es/
Resultados: http://utmb.livetrail.net/
Entre los pasados días 22 a 28 de agosto tuvo lugar en Chamonix (Francia) la décimocuarta edición de la mítica Ultra Trail de Mont Blanc, considerada para muchos como la carrera de ultra trail más prestigiosa del mundo donde todos los años se dan cita los mejores corredores del planeta, y que se desarrolla alrededor del macizo del Mont Blanc recorriendo los países de Francia, Suiza e Italia.
UTMB® ha ido creciendo con el paso de los años y en la actualidad cuenta con cinco pruebas congregando a más de 8.000 corredores y 2.000 voluntarios: UTMB® (170 Km y 10.000 +), CCC® (101 km y 6.100+), TDS® (119 km y 7.250+), OCC (55 km y 3.500 +), y PTL® (290 km y 26.500 +); además de una carrera para jóvenes promesas de 16 a 22 años (YCC con 15 km y 1.000+), y una mini UTMB para los niños.
Hasta la ciudad francesa de Chamonix considerada como la capital mundial del trail running se trasladaron cinco componentes de C.D.M.E. Trail Villena para participar en tres de las pruebas: UTMB®, CCC® y OCC, y de los resultados obtenidos por los mismos pasamos a informaros.
OCC
César Azorín Molina fue el primero de los componentes de C.D.M.E. Trail Villena en entrar en acción participando en la OCC con un recorrido de 55 km y 3.500 metros de desnivel positivo que tuvo su salida el día 25 de agosto de 2016 a las 8:15 horas desde la localidad suiza de Orsières, situada en el suroeste del cantón en el Val d’Entremont. Este valle ofrece paisajes únicos: los últimos espolones y agujas del flanco oriental del Mont-Blanc dibujando la frontera franco-suiza, glaciares suspendidos sobre las rocas pulidas, torrentes tempestuosos…
El trazado de la OCC pasa por el corazón de esta naturaleza, en un ambiente particular y típico antes de llegar a Champex y recorrer la última y mágica parte del recorrido del UTMB® o de la CCC® para terminar en Chamonix tras haber hecho cima en La Giète, Catogne, y el Col del Montets.
En la OCC tomaron la salida 1.414 corredores de los cuales 182 se retiraron, y César realizó una fantástica carrera logrando colarse en el top 100 al cruzar la línea de meta en la posición 95 de la clasificación general y 47 de su categoría senior masculino con un tiempo oficial de 8:19:50.
César nos cuenta su experiencia personal en la carrera:
“La OCC transcurre prácticamente por el mismo sendero del último tramo de UTMB, desde Orsières (Suiza), pasando por Champex-Lac, Trient, Vallorcine y La Flégère, hasta llegar a Chamonix (Francia), en un recorrido de 55k y +3500m de pura montaña. Es la carrera más “corta” de las que se celebran en la semana de UTMB, pero es extremadamente exigente ya que permite afrontarla a tope desde su inicio.
El pistoletazo de salida en Orsières comenzó a las 8.15 h con un ambiente espectacular, con corredores de primer nivel como Xavier Thévenard (al final ganador de la prueba), o alpinistas de primera clase como Ueli Steck (record ascensión al Eiger en 2015). El sonido de la música por las calles de Orsières estuvo acompañado de un ambiente único durante los dos primeros kms de carrera, con niños en fila desde los 3-4 años a los 14-15 años chocando las manos de los corredores y gritando nuestros nombres con el ánimo de ayudarnos a afrontar el reto con el doble de ilusión con el que lo habíamos preparado. Una sensación increíble que te mueve las piernas casi sin notarlo.

La primera subida desde Orsières a Champex-Lac (km 10 en 1h12’, primer avituallamiento) se hizo cómoda, sin bastones, aún con todas las fuerzas en las piernas para correrla. A la salida de este primer avituallamiento, nos esperaba un paraje espectacular, el lago Champex, lo bordeamos e iniciamos unos pocos kms de bajada cómoda, que nos llevan al inicio de la primera subida fuerte a la Giète (km 14). Saco bastones y afrontamos el primer “puerto de montaña” serio.

Las sensaciones no son del todo buenas como lo habían sido en los primeros kms, me cuesta subir y no es hasta mitad de subida cuando poco a poco tomo un ritmo vivo que me lleva a coronar la Giéte (km 20) en 2h37’. El paisaje desde la cima es espectacular, pero poco nos dura porque rápido iniciamos el descenso, puntualmente algo técnico entre un frondoso bosque, hasta Trient (km 26 en 3h19’). Las sensaciones son muy buenas, así que pasamos por el avituallamiento muy rápido, nos refrescamos en las fuentes que hay a la entrada, comemos algo, y sin respiro dejamos Trient para comenzar de inmediato a subir la Catogne (km 30.5 en 4h29’). Las fuerzas responden y sin parar afrontamos una nueva bajada hasta Vallorcine (km 36 en 5h09’). De nuevo parada muy rápida en el avituallamiento, llenamos bidones, y comemos rápido para salir corriendo hacia el Coll de Montets (km 40 en 5h45’), aún con fuerzas, pero con un enemigo que a todos nos pasaría factura, el calor. Sólo quedan 15 kms a meta, pero nos espera la traca final, la subida a La Flégère, 8 kms y +800 m que se hacen interminables, son las 14 h y el calor hace mella a todos, corredores refugiados bajo la sombra de los árboles, el líquido se acaba y los arroyos son escasos para reponer. Y lo peor, la deshidratación afecta a nuestros músculos y aparecen los temidos calambres a los que no acostumbro de normal a padecer. Afortunadamente mi mente funciona, sé que cada paso es un metro menos para llegar arriba, y sin perder posiciones corono La Flégère (km 48 en 7h33’). Aquí sé que tengo la meta cerca, nos quedan 7 kms de bajada, así que sólo bebo en el avituallamiento, y me lanzo para abajo con unas vistas impresionantes de Chamonix en el valle y como telón de fondo el macizo del Mont Blanc. Esto me da energía para visualizarme entrando en meta y saco fuerzas donde ya no las hay…

Y después de 55k +3500 m en la piernas y 8h19’ de carrera llego a Chamonix con un público volcado esta semana en la fiesta grande del trail running, sin duda no se puede explicar con palabras entrar por sus calles escuchando el grito de ánimo de la gente, los aplausos y el continuo choque de manos de los niños. Aguanto las lágrimas frágiles tras todo el esfuerzo, y visualizando el arco de meta de UTMB, con la iglesia de Sant Michael de fondo, desbordo de alegría al encontrarme con Mónica, mi hermano José Antonio, mi primo Adrián, Vicen y Rober dándome el último empujón para cruzar ese deseado sueño, ser “finisher” de OCC y con los speaker gritando tu nombre al verme cruzar la meta con la cara de satisfacción que te da superar un reto como este. Sin duda una carrera, un entorno y un día que nunca olvidaré!!!.”


CCC®
Justo al día siguiente, viernes día 26 de agosto de 2016, se daba la salida a la CCC® a las 9:00 horas de la mañana desde la ciudad de Courmayeur (Italia), un momento único de emoción al sonido de la música de Vangelis.
Esta carrera comparte en gran parte la senda internacional de Gran Caminata de la Vuelta del Mont Blanc (GR TMB), desarrollando su recorrido por Italia, Suiza y Francia, y ha pasado del estatus de «hermanita de la UTMB®» a el de una carrera única en su género y entre las más prestigiosas del mundo con un duro recorrido de 101 kilómetros y 6.100 metros de desnivel positivo.
Los primeros kilómetros que se desarrollan sobre terreno italiano conducen rápidamente a más de 2.500 m de altitud a una de las vistas más excepcionales que se pueda imaginar desde la cima de Téte de la Tronche, frente al Mont Blanc y a las Grandes Jorasses. Después el pasaje al Grand col Ferret (2537m) nos muestra la entrada de la carrera en Suiza, dónde recorre las ciudades de la Fouly, Champex y Trient. Ya en Francia la carrera discurre por la localidad de Vallorcine, antes de descubrir, al final de una última y difícil subida a Téte Aux Vents, el valle de Cheserys, un verdadero paraíso con una vista suntuosa sobre el macizo del Mont Blanc, para iniciar un rápido descenso de casi 1000 metros de desnivel negativo para llegar a la línea de meta situada en el centro de Chamonix.
En la CCC® tomaron la salida 2.129 corredores de los que 741 abandonaron, de tal forma que uno de cada tres corredores no pudieron completar la carrera lo que da una idea de su dureza, que este año se vio incrementada por unas altas temperaturas que llegaron a superar los 30 grados.
C.D.M.E. Trail Villena estuvo representado en esta prueba por tres corredores que obtuvieron los siguientes resultados:
-José Antonio Azorín Molina: Terminó la carrera en la posición 252 de la clasificación general, logrando colarse en el top 100 de su categoría al realizar la posición 62 de veteranos 1 masculino con un tiempo oficial de 19:04:39.
Así nos cuenta José Antonio su experiencia en la carrera:
“Sin duda que la CCC® ha sido una de las carreras más bonitas y espectaculares que he podido correr hasta el momento, habiendo pasado unos días inolvidables con los compañeros del club recorriendo las montañas y los glaciares que rodean el macizo del Mont Blanc. Llegaba a esta carrera con dudas de cómo respondería mi cuerpo después de haber corrido hacía justo un mes el campeonato del mundo de ultra – Buff Epic Trail (105 km y 8.000+), porque temía que el esfuerzo realizado en esa carrera durante más de 23 horas me pudiera pasar factura.
Nos levantamos a las 6:00 de la madrugada con todo preparado la noche de antes, y junto a Vicente y Adrián nos dirigimos a la parada de autobús que nos llevaría por el túnel del Mont Blanc hasta Courmayeur (Italia), donde tenía lugar la salida. Momentos de nerviosismo en los que te pasan mil cosas por la cabeza, y donde la ilusión de ser finisher marca el camino a seguir.
Nada más llegar a la línea de salida nos llevamos la primera sorpresa porque hay formados tres corralitos de salida separados por vallas con los números de dorsal (seguramente confeccionados con los tiempos aproximados que hicimos constar al realizar nuestra inscripción). Vemos que yo estoy en el segundo corralito y Vicente y Adrián en el tercero, por lo que nos toca separarnos. Todavía la sorpresa es mayor cuando a las 9:00 de la mañana dan la salida y solo dejan salir a los corredores del primer corralito que incluye también a la élite, y entonces nos informan por primera vez que el segundo grupo saldrá en 15 minutos (9:15h), y el tercer grupo en otros 15 minutos después (9:30h).
Esos 15 minutos de espera se hacen eternos, y finalmente a las 9:15 dan la salida al segundo grupo en el que yo me encuentro. Estaba situado en la primeras posiciones del corralito y la salida es rápida por las calles de Courmayeur con mucha gente animando y llamándote por tu nombre que veían en el dorsal, niños chocando la mano, e incluso música y bailes populares del lugar para despedir a los corredores, hasta que empezó una subida por asfalto y carretera ancha en pendiente donde fui adelantando posiciones lográndome colocar entre los 10 o 15 primeros de este segundo grupo. Dejamos la carretera y se inició una bonita senda cubierta por un denso bosque alpino que nos llevaba hasta la cima de Téte de la Tronche (2.581 m) en una continua subida donde se acumulan prácticamente 1.500 metros de desnivel positivo de golpe. En esos momentos creía que Vicente y Adrián iban a salir 15 minutos después que yo y por eso decidí hacer mi carrera y esperar a ver si luego más adelante podría verlos, y luego me enteré que aprovecharon un hueco en las vallas para salir en el segundo grupo, pero estaban en la parte final del segundo corralito con muchos corredores por delante que adelantar.

Pronto dimos alcance a muchos corredores que habían salido en el primer grupo quince minutos antes, y comenzó a hacerse un tapón porque la senda era estrecha y con pendiente, y se hacía muy difícil poder adelantar. Cuando veía un pequeño hueco en la senda aprovechaba para pedir paso y adelantar a gente y terminé coronando la cima de Téte de la Tronche en la posición 378 de la clasificación general.
Comenzamos tras ello una larga bajada por sendas y con vistas espectaculares a todo el macizo del Mont Blanc, y pasamos por los refugios de Bertone (km 15) y Bonatti (Km 22), donde aprovechamos para avituallar y reponer fuerzas. Tras ello comenzamos la ascensión al Gran Col Ferret, una subida continua hasta los 2.490 metros de altitud que se hizo muy dura porque en esos momentos eran ya más de las dos de la tarde, hacía mucho calor, y el cansancio y los efectos de la deshidratación comenzaban a aparecer.

Coroné el Grand Col Ferret en la posición 346, y me lancé en una larga bajada de más de 20 kilómetros, pasando por La Fouly (km 42), en dirección al avituallamiento de Champex-Lac. Esa bajada tan larga donde se podía correr mucho, y el fuerte calor, me comenzó a pasar factura y sobre el kilómetro 50 me notaba realmente muy cansado y empezaba a sentir en mi pie derecho dolor y escozor que revelaban que estaba apareciendo una ampolla que cada vez me dolía más y me impedía poder correr cómodo.

Llegué al avituallamiento de Champex-Lac (km 56), y lo primero que hice es preguntar por los servicios médicos a ver si podían curarme la ampolla o colocarme algo porque con tanto material obligatorio que exigen había olvidado incluir en mi mochila un compeed. Me curaron la ampolla que la tenía llena de sangre extrayéndola con una jeringuilla, me colocaron algún cicatrizante y un esparadrapo para cubrir la herida porque no tenían compeed, y pasé al avituallamiento a comer y beber algo. En esos momentos me encontraba muy cansado y hasta tenía dudas de poder terminar porque nos habían dicho que allí empezaba realmente la carrera, quedaban tres fuertes subidas y pensaba que mi cuerpo no se encontraba recuperado y que estaba pagando el esfuerzo de la ultra que había corrido hacía justo un mes. Encendí el teléfono móvil y llamé a mi hermano para decírselo, y a través de la aplicación de seguimiento en vivo de la carrera pude ver que mis compañeros Vicente y Adrián tenían prevista la llegada una hora después, así que tras haber estado más de 40 minutos parado en Champlex-Lac sobre todo por la asistencia médica porque habían varios corredores delante de mí para ser atendidos, reemprendí la marcha.
Conforme iban pasando los kilómetros, y coincidiendo con la puesta del sol y el encendido de mi frontal, cada vez me iba encontrando mejor mientras hacía la subida a La Giète, tenía mejores sensaciones y podía correr más rápido, lo que me dio mucha fuerza y ánimo para hacer cima en esa montaña y afrontar las dos últimas y duras subidas a Catogne y Téte Aux Vents.
Coroné La Giète en la posición 354 de la clasificación general, y ya con noche cerrada me lancé en una bajada con tramos técnicos y otros más rápidos hasta el avituallamiento de Trient (km 72), avituallé rápido y comencé la subida a Catogne (2.598 m). En esta subida las sensaciones cada vez eran mejores, y adelanté a mucha gente hasta coronar su cima e iniciar la bajada hasta el avituallamiento de Vallorcine (Km 83). Entré muy rápido en este avituallamiento, comí, bebí, y salí con mucho ánimo para afrontar la última subida a Téte Aux Vent tras pasar antes por el Col des Montets, y vaya que subida!!… una de las más duras de la carrera. Mirabas hacía arriba y las luces de los frontales se perdían de vista en la altura de la montaña en una hilera que marcaba el camino que debías de seguir en la ascensión.
Seguí adelantando a mucha gente durante la subida y en la cima de Téte Aux Vents ya iba en la posición 265 de la clasificación general, y cuando creía que se iba a iniciar la bajada apareció un cresterío a más de 2.000 metros que se hizo muy largo hasta llegar al avituallamiento de La Flégère (Km 93), donde estuve muy poco tiempo y me lancé a afrontar la última bajada de prácticamente 1000 metros de desnivel negativo con muy buenas sensaciones y muchos ánimos porque las luces de la ciudad de Chamonix ya se veían al fondo del valle y sabía que si no pasaba nada raro iba a cumplir el sueño de ser finisher. En la bajada todavía pude adelantar a gente y tras un primer tramo de senda, entramos en la parte final en una pista que nos conducía a las primeras calles de Chamonix. Tras un breve recorrido urbano hacía la entrada en meta a las 4:21 horas de la madrugada en la posición 252 de la clasificación general y 62 de mi categoría. Emociones y sentimientos indescriptibles los vividos en esa recta final con el arco de meta que tantas veces había visto en televisión o internet, y que estaba apunto de cruzar después de 19 horas de carrera cumpliendo el sueño de ser finisher de la CCC.
A esas horas poca gente había en las calles de Chamonix para animar, pero allí estaban esperándome mi hermano César que había hecho un carrerón en la OCC el día de antes, y mi primo Adrián que tuvo mala suerte y había tenido que abandonar la carrera en Champex-Lac. Mucha alegría de verlos esperándome y al mismo tiempo tristeza de que Adrián no hubiera podido ser finisher, pero seguro que lo conseguirá algún día porque la vida siempre nos da nuevas oportunidades para cumplir nuestros sueños. Fuimos al apartamento, me duché, y volvimos a la meta a esperar a Vicente que hizo un carrerón logrando también ser finisher.
Realmente una experiencia única con todos los compañeros de equipo, una carrera especial que quedará para siempre en mi memoria, y ahora en mis sueños vive la posibilidad de verme algún día en la línea de salida de la prueba reina, UTMB®, y por qué no en 2017 ahora que ya tengo los puntos que se exigen para poder participar en ella. Nunca dejes de luchar por conseguir tus sueños, si lo puedes soñar, lo puedes hacer.”

-Vicente Úbeda Palencia: Terminó la carrera en la posición 445 de la clasificación general y 221 de su categoría senior masculino con un tiempo oficial de 21:18:00.
Vicente nos cuenta en primera persona los momentos que vivió en la CCC®:
“Un mes después de la Skymarathon Buff Epic volvemos a otra grande, de nuevo carrera no circular y de nuevo nos toca madrugar para desplazarnos a la ciudad de salida cambiando incluso de país, estamos alojados en Chamonix (Francia) y la salida se dará en Courmayeur (Italia) pero esta vez no importa madrugar. Estamos en la cuna de las carreras por montaña con el Mont-Blanc de testigo.
La salida suponíamos era a las 9:00 pero al llegar al lugar de salida vemos que hay «corralitos» por número de dorsal por lo que nos toca separarnos los compañeros, José en el grupo de delante y Adrián y yo justo en el siguiente. A punto de dar el pistoletazo de salida veo un hueco en la valla y decidimos pasarnos al corralito de delante agradeciéndolo después, ya que cada uno de los grupos salía con una diferencia de 15min, colocados en este grupo saldría a las 9:00 la «élite» y luego nosotros…
Empieza la carrera y dando una pequeña vuelta a la ciudad empezamos a coger una carretera que va cogiendo pendiente y nos va adentrando a la montaña, José que se había situado al principio del grupo en la salida va por delante y yo voy con Adrián, ritmo cómodo y dejamos el asfalto para empezar una senda por dentro del bosque que nos libra del calor que ya empieza apretar por el valle de Aosta. No tardaría el bosque en abrirse por un momento y dejarnos las primeras vistas del imponente macizo del Mont-Blanc con la más imponente arista de la «Innominata» y enseguida empieza a ponerse la subida cada vez más dura, unos 1500+ de desnivel sin descanso para llevar hasta el «Tete de la Tronche», desde ahí una cómoda bajada hasta el refugio de Bertone y primer avituallamiento, reponemos rápido y sendas muy bonitas y corribles nos llevan hasta el famoso refugio de Bonatti.

Lo que viene ahora es una bajada entretenida que poco a poco nos conduce al final del valle y se va intuyendo cuál será el temido «Grand col Ferret» que tendremos que cruzar para entrar ya en territorio Suizo. La subida se hace dura, una por el desnivel que acumula y otra porque son las 14:00 h. y el sol es intenso, pero cuando nos damos cuenta estamos en la cima y nos acabamos de quitar casi la mitad del desnivel de la carrera…

Ahora sí que viene una larguísima bajada que nos conduce hasta los pies del valle pasando por La Fouly, punto donde aprovechamos para comer algo de sopa y descansar algo, allí me toca cambiar de calcetín porque está empezando a salirme una ampolla y retomamos la marcha para llegar cuanto antes al deseando avituallamiento de Champex Llac (km55), punto donde decidimos hacer otra pequeña parada y comer algo sólido.
Ahí la carrera sufre un cambio importante, ya que mi compañero no se encuentra bien y me comenta de retirarse allí. En ese momento por mi cabeza se pasa el quedarme yo también ya que nos quedaba un mundo y comenzaba la temida noche. Intento convencerle para continuar hasta el siguiente pueblo pero me dice que realmente no está para continuar y que decide quedarse. Antes de que la cabeza y el cansancio me jueguen una mala pasada comienzo rápido a ponerme ropa seca y el frontal en la cabeza con la idea de continuar lo más rápido posible con la esperanza que al irse el sol y bajar las temperaturas empiece a recobrar buenas sensaciones y lo cierto es que comienzo a correr dejando atrás el bonito pueblo de Champex y las sensaciones no pueden ser mejores, enseguida enciendo el frontal y comienzo la primera de las tres grandes subidas que quedan. El objetivo no era otro que subir hasta La Giète y bajar hasta el pueblo de Trient con la idea de seguir paso a paso hasta el objetivo. Nueva parada para reponer fuerzas y segunda subida hasta «Catogne» y bajar hasta el punto clave de la carrera, Vallorcine, el último pueblo que encontramos y la última y más dura subida el «Téte aux vents». En Vallorcine vuelvo a parar a comer algo de pasta y realmente es la primera vez en toda la carrera que me veo finisher. Me quedan 19km pero eso prácticamente es un kilómetro vertical y un bajadón de más de 1000+ de desnivel y lo que yo no me esperaba un tremendo y duro cresterío a más de 2000 metros de altitud.
Empezamos a bajar y se empiezan a ver las primeras luces al fondo del valle, me cuesta bajar por el dolor de rodillas que llevo pero aun así adelanto a unas 30 personas durante la bajada, de hecho apenas ni paro en el avituallamiento de La Fléguère. Cada vez las luces están más cerca y las ganas por llegar aumentan. Por fin una pista nos deja relajarnos un poco en la bajada y empieza el asfalto de Chamonix con los primeros rayos de sol. Acabo de pasar toda la noche yo solo pero ahí están mis amigos para esperarme frente a la ansiada iglesia de Chamonix, 21 horas de disfrute y sufrimiento pero el momento de cruzar la meta y abrazarte con ellos no tiene precio. Sin duda esta carrera es una de las grandes!!.”

-Adrián Martínez Azorín: Desafortunadamente Adrián tuvo que abandonar la carrera por una serie de factores ajenos a su voluntad cuando se encontraba en el avituallamiento de Champex Lac en el kilómetro 56 de carrera después de llevar ya 10 horas y 31 minutos corriendo, pero seguro que algún día tendrá la oportunidad de resarcirse y ser finisher en la CCC®.

Podéis leer la crónica personal de Adrián desde el siguiente link donde nos cuenta su experiencia personal, los momentos que vivió durante la prueba, y los motivos que le llevaron a tener que retirarse en Champex Lac:
https://cobhacheceblog.wordpress.com/2016/08/26/utmb-ccc-2016/

UTMB®
Ya por último, el mismo viernes día 26 de agosto de 2016 a las 18.00 horas tuvo lugar la salida desde Chamonix de la prueba reina del evento, la UTMB®, con un recorrido de 170 kilómetros y 10.000 metros de desnivel positivo que reunió a la élite mundial del trail running tanto en categoría masculina (Luis Alberto Hernando (ESP), David Laney (EEUU), Zach Miller (EEUU), Ryan Sandes (Sudáfrica), Gediminas Grinius (LIT), Miguel Heras (ESP), Tòfol Castanyer (ESP), Julien Chorier (FR), Andy Symons (UK)…) y femenina (Caroline Chaverot (FR), Rory Bosio (EEUU), Magdalena Boulet (EEUU), Andrea Huser (SUI), Uxue Fraile (ESP)…), resultando finalmente vencedores el francés Ludovic Pommeret y la francesa Caroline Chaverot.
Tras unos primeros kilómetros en ligera ascensión la carrera llega a la l’Aiguille de Bionnassay y atraviesa durante la noche el Col du Bonhomme. Con la salida de sol hace cima en el Col de la Seigne para posteriormente adentrarse en Italia en la magia del Valle Veni dominado por la Noire de Peuterey y los glaciares que descienden del Mont Blanc. A partir de Courmayeur la carrera comparte prácticamente el mismo recorrido de la CCC® con pequeñas diferencias, atravesando el Val Ferret, custodiado por la Dent du Géant y las Grandes Jorasses antes de pasar, por fin, a Suiza y seguir el recorrido atravesando Bovine y Tseppes. Luego la carrera discurre frente a l’Aiguille Verte, la vertical de los Drus y el majestuoso Mont Blanc, para llegar a meta situada en el centro de Chamonix.
En esta carrera tomaron la salida 2.555 corredores y se rozaron los 1.100 abandonos, por lo que sólo el 58% de los que comenzaron la prueba pudieron cruzar la línea de meta en Chamonix, lo que evidencia la dureza del recorrido.
C.D.M.E. Trail Villena estuvo representado en esta carrera por Rober Martínez Menor, que desafortunadamente no pudo ser finisher al no pasar dentro del tiempo límite el control de Courmayeur, después de llevar ya 79 kilómetros y 4.600 metros de desnivel positivo, y 18 horas y 53 minutos de carrera, pero seguro que volverá a tener una nueva oportunidad de ser finisher algún día.


Desde el siguiente link podéis leer la crónica personal de Rober donde nos cuenta en primera persona qué es lo que le sucedió y toda su experiencia vivida en la carrera, con una emotiva salida al son de la música de Vangelis (“Conquest of paradise”) que pudo inmortalizar en un video que también se puede visualizar desde su blog:http://www.robermartinezmenor.com/utmb-2016/

Sin duda el Ultra Trail de Mont Blanc ha sido una de las grandes experiencias deportivas que han vivido todos los componentes de C.D.M.E. Trail Villena que estuvieron allí compitiendo, y seguro que en próximas ediciones el club seguirá teniendo representación en la que dicen que es la carrera más prestigiosa del mundo del trail running, y prueba de ello es este espectacular y bonito video con el que os dejamos donde se recogen los mejores momentos e imágenes de las carreras: